Sobre el Programa
Presentación, lineamientos, etapas y evaluación del Programa de Continuidad Educativa BBA.

 

¿Cuál es la política educativa?

 

  • La continuidad educativa propuesta por el BBA prioriza el vínculo y su sostenimiento en el tiempo por sobre el rendimiento y los resultados.
  • La virtualidad nos da la oportunidad de ser escuela, pero no es el reemplazo mecánico de lo presencial, tiene sus propias lógicas y debe pensarse como una experiencia educativa complementaria.
  • Habitar la escuela hoy implica la construcción de espacios que generen comunidad, donde se pueda compartir este tiempo de ruptura que vivimos y se fortalezcan los lazos entre la escuela, los/as estudiantes y las familias.
  • Es tiempo de escuchar, para poder experimentar y reinventar, para inaugurar posibles formas de estar en la escuela.
  • La evaluación debe dar lugar a la devolución: devolver para acompañar y seguir comunicados.

Material de consulta

 

Etapas

 

  1. Familiarización con entornos no presenciales;
  2. Construcción de redes de contacto;
  3. Encuentros áulicos no presenciales;
  4. Estrategias de inclusión y permanencia;
  5. Sumar escuela.

 

¿Cómo Habitamos la escuela hoy?

 

  • Los y las docentes de la Educación Secundaria se encuentran con sus estudiantes a través de distintos formatos no presenciales.
  • Los y las estudiantes del Ciclo Básico de Formación Estética realizan actividades organizadas por año y por departamento a través de la página Web.
  • El equipo de seguimiento académico trabaja con los y las estudiantes que presentan dificultades para sostener su escolaridad.
  • Preceptoría guía las trayectorias de los y las estudiantes, propone actividades.
  • Las jefas de departamento junto con los equipos de gestión departamental informan, asesoran y supervisan las prácticas docentes y sus vínculos con los y las estudiantes.
  • El DOE trabaja con las complejidades subjetivas y planifica acciones grupales.
  • La Secretaría de Bienestar estudiantil entrega máquinas, datos móviles y becas a estudiantes que así lo requieran para el desarrollo de la actividad académica.
  • El Programa de Terminalidad, que acompaña a estudiantes egresados/as que adeuden materias del secundario, se desarrolla de manera virtual.
  • El grupo Usina BBA propone actividades transversales.
  • Se inician los Proyectos PEI y departamentales.
  • El Departamento de comunicación diseña, administra y ordena la información para compartir con docentes, estudiantes y familias.
  • Los y las nodocentes realizan teletrabajo para garantizar el funcionamiento administrativo.
  • El equipo de gestión mantiene reuniones sistemáticas para planificar, seguir y evaluar el programa de continuidad educativa.

 

Sumar Escuela

 

  • Tiempo y espacio de lectura: blog de construcción colaborativa con lecturas, citas, informaciones y recomendaciones literarias.
  • Espacios de encuentro, de compartir lo que hacemos en las clases no presenciales a través de distintos formatos: conciertos - muestras - vivos.
  • Actividades colaborativas: propuestas a partir de distintas temáticas y formatos que involucren la participación de estudiantes, docentes, nodocentes y familias.
  • 2º Jornada académica del BBA. Intercambio entre docentes a partir de la presentación de trabajos y de los proyectos de investigación, extensión y producción del ciclo lectivo 2019.
  • Revista Plurentes. Artes y Letras: Convocatoria a colaborar para el nuevo número.

 

¿Cómo evaluamos en el marco del Programa de Continuidad Educativa BBA?

Texto elaborado en función de lo acordado por el Consejo Asesor

 

Como política educativa del programa compartimos que: “La evaluación debe dar lugar a la devolución: devolver para acompañar y seguir comunicados”. (Anexo 2, Disposición 79/20)

Desde esta perspectiva hoy nos toca avanzar en algunas definiciones, considerando que UNLP ratificó la vigencia de los calendarios académicos establecidos oportunamente por las distintas Facultades y Colegios con las adecuaciones específicas que cada dependencia estime conveniente realizar.

Siguiendo el calendario académico propuesto por el BBA, nos encontramos próximos al cierre del primer bimestre para las materias cuatrimestrales siendo hacia fines de mayo el cierre del trimestre para las materias anuales.

Frente a esta situación, surge la necesidad de construir una configuración de evaluación que garantice derechos.

Invitamos a pensar en términos de oportunidad. Oportunidad para reflexionar sobre los paradigmas de evaluación subyacentes en las prácticas pedagógicas. Pensar la evaluación como problema para abrir posibilidades que den lugar a una creación situada y artesanal.

Entonces surge la pregunta: ¿cómo componer instrumentos de evaluación que jerarquicen los procesos individuales por sobre los productos?

Entendemos que calificar es la asignación simbólica de cantidad, que es un recurso propio de la presencialidad, donde se pueden aclarar los criterios a partir del diálogo y el encuentro cara a cara.

Activar y poner en escena las diferencias entre evaluar y calificar habilita la posibilidad de encontrar y formular propuestas superadoras de los “exámenes tradicionales”.

La evaluación es permanente y cualitativa, puede no traducirse en un número. Se evalúa para seguir aprendiendo y enseñando.

En el contexto actual resulta necesario ajustar los procesos de evaluación a los propios procesos de enseñanza y aprendizaje. Si partimos de una construcción del conocimiento que tiene en cuenta las experiencias previas, los intereses y las particularidades, la evaluación debe también considerar estos aspectos.

Sabemos que los encuentros no presenciales son un ámbito oportuno para la horizontalidad, que facilita el trabajo colaborativo y que permite sostener los intercambios y las discusiones. Estas condiciones dan lugar a procesos de autoevaluación importantes para la comprensión de la propia formación, el autoconocimiento y la autonomía. Asimismo permite atender a la diversidad y pensar en trayectorias educativas individuales y heterogéneas.

 

A partir de estos criterios generales, proponemos:

 

  1. Sostener y priorizar el vínculo con las y los estudiantes.
  2. Reemplazar las calificaciones numéricas (notas) por informes cualitativos para compartir con las familias.
  3. Consensuar por departamento criterios de evaluación conceptual que habiliten la revisión de las situaciones particulares y que contemplen aspectos tales como la presentación de trabajos, la realización de tareas individuales y colaborativas, la participación activa en las aulas virtuales y las clases sincrónicas, entre otros.
  4. Compartir con los y las estudiantes las devoluciones de los procesos.
  5. Suspender momentáneamente el sistema de calificación numérica.

 

 

Fotografía: Mural realizado por estudiantes de 7º año de la Promoción 61 (febrero de 2020).