El 25 de mayo de 1810 representa el valor de la participación y la organización colectiva vinculada a la construcción de una identidad nacional. Su conmemoración nos permite reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro presente, para seguir reivindicando esos valores aún vigentes, porque comprender nuestro pasado se constituye en una poderosa herramienta en la construcción de un país mejor.

Hoy, el mejor homenaje consiste en entender que nuestra identidad colectiva se encuentra en permanente construcción, la historia, la diversidad cultural y nuestro rol en los desafíos que enfrentamos día a día, nos permitirán como pueblo encontrar respuestas a “cuestiones propias” que se empezaron a gestar en aquella Primera junta de Gobierno en la Semana de mayo de 1810.

Como sabemos, la escuela tiene un papel central en la conformación de esa identidad, este 25 de mayo nos encuentra, como el año pasado, nos quedamos en casa, como tantas veces en los últimos meses, pero con la esperanza de volver a la normalidad, a las actividades que a veces no valoramos, pero ahora extrañamos.

Como hace 211 años, los y las revolucionarios/as se encontraban frente a un desafío, hoy nosotros/as estamos ante otro enorme desafío, debemos estar a la altura de las circunstancias para hacerle honor a ellos/as.

Y aunque hoy no podemos reunirnos en los nuevos espacios de nuestro querido Bachillerato para conmemorar este día, sin duda, día a día ampliamos en tiempo y espacio los momentos compartidos,

¡como pueblo argentino,
nos seguimos encontrando!

Texto elaborado por el Departamento de Ciencias Exactas y Naturales.